Jairo Eligio Orobio Sánchez
En 1993 no asistió a su ceremonia de graduación como bachiller del Colegio Integrado Carrasquilla Industrial, de Quibdó, Chocó. A su madre, una auxiliar de enfermería a la que le pagaban cada tres meses su salario, que tenía seis hijos que mantener, arriendo que pagar y otras demandas económicas que cumplir, se le hizo imposible conseguir los cien mil pesos para el ajuar que ameritaba la ocasión.
Para aquel entonces, Jairo Eligio Orobio Sánchez, nacido en Juradó, Chocó, ya había logrado un cupo en la Escuela Naval de Cadetes de Cartagena y planeó irse de viaje a Bahía Solano, a visitar a su papá. “Yo cómo le decía a mis compañeros y profesores no puedo ir a la ceremonia. Pero la razón fue básicamente esa: no hubo forma de conseguir para el traje”. Por eso, en ese acto, no pudieron entregarle la calculadora científica que obtuvo como reconocimiento por haber sido el alumno con el rendimiento más alto en matemáticas de todo el colegio, pues nunca más se volvió a ver con la persona que guardó su premio.
Más de 25 años después de haber llegado a formarse como cadete, este chocoano que se ha distinguido como alumno, deportista y funcionario de la Escuela Naval, es el primer afrocolombiano en ostentar el cargo de Comandante del Buque Gloria, la embarcación insignia de nuestro país que recorre los mares del mundo siendo embajadora flotante de nuestra nación y lugar de entrenamiento para suboficiales y oficiales de la fuerza naval colombiana.
El capitán, de 48 años, esposo de la cartagenera Violeta Valderrama Varela y padre de Thiago, Abril y Antonella, habló con El País sobre sus experiencias como avezado hombre de mar.